El tan esperado debut de Gerardo el «Tata» Martino llegó, se habían generado muchas expectativas, había incertidumbre sobre qué dibujo táctico utilizaría, se hablaba de su idea de juego y cuestionamientos sobre si podría plasmarla en la Selección Mexicana. Cómo sería la forma de atacar y la de defender, es difícil poder plasmar en pocos días una idea de juego, sobre todo en una selección donde son pocas las horas de trabajo en cancha y todos los convocados juegan con metodologías diferentes. Aquí te presentamos 3 claves en el triunfo de la Selección Mexicana.
• LA FORMACIÓN
En el dibujo táctico no hubo novedad, Martino, mandó al campo su sistema táctico estático preferido, el 4-3-3. En el arco, Guillermo Ochoa. La línea de cuatro defensores estaba compuesta por Luis Rodríguez y Jesús Gallardo como laterales, en tanto que Carlos Salcedo y Héctor Moreno formaron en la central. En la tercera línea, la de los mediocampistas formaron Edson Álvarez, como medio centro, Andrés Guardado y Carlos Rodríguez como interiores. En ataque, por pasillo laterales estaban Rodolfo Pizarro e Hirving Lozano, por derecha e izquierda respectivamente, y en pasillo central formó Raúl Jiménez.
• EXTREMOS INTERIORIZADOS
En el primer tiempo Martino intento modificaciones en el funcionamiento del equipo, y buscaba que tanto Hirving Lozano como Rodolfo Pizarro intercambiaran bandas, buscando profundidad pegados a la banda, pero fue hasta el medio tiempo que se tomó una decisión que trascendió en el juego. Para el segundo tiempo, Pizarro inició por derecha e Hirving por izquierda, pero ambos, lejos de alargarse para generar espacio en pasillo central se interiorizaban y provocaban que la línea de cuero defensores de la Selección Chilena se hiciera angosta, permitiendo generar y aprovechar los espacios por la banda, fue entonces que Luis Rodríguez por derecha y Jesús Gallardo por izquierda se hicieron largos, es decir, con mucha incorporación al ataque buscando profundidad.
• GUARDADO COMO CONDUCTOR
Las variantes del segundo tiempo hicieron que el equipo mexicano recuperara el balón formando en bloque medio, los del Tata, dejaban que el equipo rival avanzara libremente hasta la mitad del campo, y ahí, es donde se empezaba a generar la presión para posteriormente recuperar el balón y salir a velocidad. Andrés Guardado, era quien conducía los ataques mexicanos, los extremos buscaban ir de adentro hacia afuera, o bien los laterales se agregaban al ataque por pasillos laterales.
• PRIMERA LÍNEA DE PRESIÓN + RECUPERACIÓN
En fase defensiva sobre todo en el segundo tiempo, la Selección Mexicana formaba con un 4-3-3. Pizarro, Jiménez y Lozano eran la primera línea de presión, pero ellos no buscaban recuperar el balón, quien lo hacia era Carlos Rodríguez, quien rompía de línea media y se posicionaba a un lado de Raúl para recuperar el esférico. Esta acción, se derivó de el repliegue que buscaba el equipo mexicano para estar bien compacto en defensa, cerrar líneas de pase, y con base en una buena defensa atacar correctamente.
• CONCLUSIONES
El equipo de el Tata Martino definió el encuentro en 20 minutos, lapso en el que se anotaron los tres tantos. De el minuto 45 al 65 fueron los más lucidos, con más idea y con mayor contundencia en el equipo mexicano.
Fue un primer tiempo donde la Selección Mexicana saltó con un bloque alto buscando recuperar el balón lo más cercano al arco rival, esta presión constante generaba impresiciones en la salida del rival. La intensidad en fase defensiva de ambos equipos generaban errores en pases sencillos, haciendo un primer tiempo de mucho trabajo físico más que técnico.
En el segundo tiempo la posición interiorizada de los extremos mexicanos abrió el cerrojo chileno. Tanto Pizarro Jiménez y Lozano compactaron la defensa chilena, dejando espacios en pasillos laterales para las incorporaciones de Gallardo y Rodríguez, fue ahí en donde se empezaron a generar espacios que después fueron aprovechados.
El equipo mexicano cambió en fase defensiva, inició el encuentro en bloque alto para recuperaa recuperar el balón posicionados con un bloque medio, es decir, dejaba al rival que hiciera una salida limpia, que entrara a el círculo de la cancha y ahí se empezaba a realizar la presión y generar peligro en base a transiciones defensa-ataque rápidas directas y verticales, dirigidas por Andrés Guardado.