LA FORMACIÓN
Juan Carlos Osorio mandó al terreno de juego un sistema táctico de 1-4-2-3-1. La variante llegó en posicionamiento y nombres. La doble contención era con Herrera y Guardado, en la labor de enlace quedaba Carlos Vela, volante por derecha saltó Miguel Layún. La alineación quedó de la siguiente manera: En el arco, Memo Ochoa. La línea defensiva, Carlos Salcedo, Hugo Ayala, Héctor Moreno y Jesús Gallardo. En el medio campo, Héctor Herrera, Andrés Guardado y Carlos Vela por delante de ellos, por las bandas Hirving Lozano y Miguel Layún. En el ataque, Javier Hernández.
LA FORMACIÓN EN DEFENSA
La selección mexicana defendió de dos formas diferentes, una, con la igualdad en el marcador, y otra ya con la ventaja numérica. La primera, era con un 1-4-4-1-1, tanto Miguel Layún como Hirving Lozano mostraron mucho sacrificio defensivo, y de posicionarse de inicio como extremos, modificaban su posición y se colocaban como volantes a la altura de los contenciones Andrés Guardado y Héctor Herrera. En el ataque quedaban Carlos Vela y Javier Lozano.
Ya con la ventaja en el marcador y con los cambios de Juan Carlos Osorio el dibujo táctico en defensa se modificó, ahora, la selección mexicana defendía con un 1-5-4-1. La línea de cinco quedaba con Edson Álvarez, Carlos Salcedo, Hugo Ayala, Héctor Moreno y Jesús Gallardo. En el medio campo se posicionaban Miguel Layún, Rafa Márquez, Héctor Herrera y Raúl Jiménez. En el ataque quedaba únicamente Javier Hernández.
LA SALIDA
Como es costumbre en el proceso de Juan Carlos Osorio, los centrales son los que inician el ataque mexicano, preferentemente es Héctor Moreno, el que busca el juego interior con la referencia entre cercanos, intermedios o lejanos. Para la salida Guardado se posicionaba por detrás de la primera línea de presión de la selección alemana, haciendo un triángulo para romper la presión y realizar la salida lo más limpia posible. Héctor Herrera alargaba su posición para fijar rivales detrás del medio campo, y con eso, quitarle jugadores a los iniciadores del juego y al enlace.
LA PRESIÓN
Desde el inicio del encuentro el equipo mexicano buscó romper toda línea de pase de los alemanes, no les daban tiempo ni espacio a los iniciadores del juego teutón. En zona de recuperación y generación Héctor Herrera y Andrés Guardado custodiaron perfectamente a Mesut Özil el enlace entre mediocampistas y atacantes. En todos los sectores del campo la selección mexicana buscaba la superioridad numérica, así es como cae el gol mexicano, una buena presión de Héctor Herrera que recupera el balón, posteriormente el balón queda a Héctor Moreno, quien manda un pase interior a Javier Hernández y en la contra Hirving Lozano puso la ventaja momentánea.
ORGANIZACIÓN DEFENSIVA
Ya se ha hablado del sacrificio defensivo que tanto Lozano por izquierda como Layún por derecha bajaban y apoyaban a sus laterales, y no solamente eso, además con muy buena sincronización en las referencias de marca. Por derecha, por ejemplo, se veía como los alemanes hacían rotación posicional Müller se movía al centro del campo y Kimmich ocupaba pasillo lateral derecho, este movimiento con la idea de crear confusión en la zaga mexicana. Este movimiento no generó problema en la concentración defensiva, Gallardo seguía a pasillo central a Müller y ahí junto Ha guardado hacían el 2 a 1, y Lozano seguía la incorporación de Kimmich, ningún jugador alemán quedaba libre.
JUEGO INTERIOR
Juan Carlos Osorio salió con un 1-4-2-3-1, en el medio campo formó con una doble contención, Héctor Herrera y Andrés Guardado eran los encargados del juego sucio, de romper todo intento de ataque progresivo de los alemanes, y por delante de ellos Carlos Vela, jugando como media punta, era el de Cancún, el encargado de llevar el balón a velocidad en transiciones rápidas al campo rival. Por las bandas se movían a las espaldas de los laterales Layún y Lozano, en tanto que Javier Hernández realizaba movimientos sin balón.
CONCLUSIONES
Dos tiempos completamente diferentes, ambos con un plan de juego perfecto, el primer tiempo, una selección mexicana buscando recuperar balón desde el campo contrario, tapando toda línea de pase y con un esfuerzo físico interesante. Un segundo tiempo con más cerebro, más especulativo, peligrosamente cedió por un tiempo prolongado la posesión del balón y optó por las transiciones defensa-ataque rápidas.
Juan Carlos Osorio confió en la frase de “todo equipo se arma de atrás para adelante” y para poder atacar bien, se necesita defender mejor. En el segundo tiempo el colombiano modificó el sistema y formó con un 1-5-4-1, no solamente era echar todo el equipo mexicano para atrás, era posicionarse correctamente en defensa para buscar recuperar el balón y salir rápido.
No es “poner el camión atrás” es estar completamente sincronizados en defensa para evitar errores, anteriormente explicábamos el movimiento entre Gallardo, Guardado y Lozano para marcar a Kimmich y Müller, la importante del entendimiento entre los jugadores mexicanos en este sector del campo es vital, ya que un pequeño error o una pequeña confusión puede costar todo el plan de juego.
El triunfo cobra mayor importancia por la labor defensiva del equipo mexicano, y se habla de labor defensiva no únicamente lo hecho por la zaga, sino por el sacrificio defensivo que los 11 elementos hicieron en su cuadrante del campo. Hoy la zaga mexicana se mostró a la altura, y reaccionó ante las críticas, hay que recordar que la última línea era de las más vulnerables en el pasado reciente.