LA FORMACIÓN
El equipo colchonero saltó al campo con un 1-4-4-2. En la portería, Oblak. La defensa estaba compuesta por Godín y Savic en la central, en las bandas, Filipe Luis y Juanfran, por izquierda y derecha respectivamente. En el medio campo, Gabi y Saúl Ñíguez en la doble contención; por las bandas, Koke y Carrasco. Arriba la dupla conformada por Griezmann y Correa.
FORMACIÓN PARA DEFENDER
Los comandados por Diego Siemeone, no modificaba su dibujo táctico inicial para defender, ya que lo hacía con un 1-4-4-2, aunque por ocasiones, y dependiendo del flujo de la jugada se formaba un 1-4-5-1, o bien un 1-4-4-1-1. Ya que Correa bajaba de línea ofensiva y se posicionaba por delante de los mediocampistas. Griezmann también se le veía constantemente apoyando en defensa, incluso se llegó a ver a los once jugadores colchoneros en 30 metros para defender y cerrar espacios.
IMPEDIR JUEGO INTERIOR
El Barcelona salió con un sistema espejo, es decir, con un 1-4-4-2, Messi y Suarez en el eje del ataque, el juego posicional que realizaron los catalanes buscaban en pasillo central a Messi, quien se botaba de línea ofensiva y se posicionaba como media punta, por detrás de Luis Suarez. Para que el balón no le llegara a Messi, los contenciones, tanto Gabi como Saúl, siempre estaban cerca del “10” argentino. Cuando el balón estaba en pasillo lateral, y Messi seguía posicionado en pasillo central, era el volante del pasillo contrario quien realizaba recorrido de líneas y marcaba a Messi. Es decir, si el balón estaba en banda izquierda en referencia al ataque blaugrana, era Carrasco quien cerraba y tomaba la marca de Lio.
SUPERIORIDAD NUMÉRICA
La muy bien organizada defensa colchonera cerró espacios, formaba dos claras líneas de cuatro para defender, a ellos se le sumaba Correa como un quinto medio campista. Por grandes lapsos del encuentro los 11 jugadores rojiblancos defendían de frente al balón. Tanto Luis Suárez como Lionel Messi siempre estaban en inferioridad numérica, el movimiento anteriormente explicado del argentino, ayudaba en gran medida al trabajo defensivo de los colchoneros, ya que rompía de línea ofensiva y se topaba con dos marcadores o hasta tres en ese sector del campo. Por otro lado, también Suarez quedaba en inferioridad numérica, en contra de los centrales colchoneros.
LA VARIANTE
Llegó desde el banquillo blaugrana, Valverde, mandó al campo a Sergi Roberto como lateral derecho, Deulofeu por pasillo lateral derecho y en medio campo mandó a Paulinho. Con estos tres cambios ganó en profundidad sobre todo por banda derecha en referencia al ataque de los catalanes. Liberó a Messi, ya que cuando se atacaba formaban un rombo, en el eje del ataque quedaba Suárez, por derecha Deulofeu y por izquierda André Gómes, atrás de ellos Messi para llegar siempre de frente al área rojiblanca. El ingreso de Paulinho le permitió al Barcelona mayor incorporación al ataque por pasillo central, incluso en el gol, se ve en el área a Suarez, quien remata y a Paulinho, en zona de rebote quedaba Lio Messi.
CONCLUSIONES
Sin duda que Ernesto Valverde cambió el rumbo del encuentro con los cambios que realizó. Saltó con un 1-4-4-2, en dónde Messi realizaba constantes rupturas de apoyo, pero siempre estaba marcado por dos jugadores rojiblancos, y Suárez quedaba en inferioridad numérica en el ataque.
El ingreso de Deulofeu y Sergi Roberto, ambos por el sector derecho en referencia al ataque blaugrana, le dio a los catalanes mayor profundidad, y al tener a un jugador pegado a la banda obligaba a la defensa colchonera alargar y generar espacios. Mismo que fueron aprovechados por Messi, quien tras los cambios retraso su posición y partía siempre de frente al arco rival. Los espacios anteriormente mencionados también fueron aprovechados por Paulinho con sus contantes rupturas de la línea de medio campistas y se posicionaba incluso como un segundo delantero.
El Barcelona tuvo un 68% del balón, de un total de 721 pases el 89% fueron acertados. Como Ruud Gullit lo menciona en su libro “Cómo leer el futbol” el que un equipo “domine el encuentro” no siempre quiere decir que se vea reflejado en el marcador, hay equipos que se sienten cómodos cediendo la iniciativa del encuentro al rival, haciéndole creer que domina el juego. El Atlético se siente cómodo con lo anteriormente mencionado, ya que cedió el balón al rival y optó por posicionarse bien en defensa.